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miércoles, 16 de julio de 2014

Finales Ficticios

El dolor
colgado de una luna negra.
Fui tácito,
fui parte de la inmensidad de lo invisible.
Fui olfateando un hábitat ajeno.
Fui esperado en el templo de la contradicción.

Y me olvidé de la diversidad
de mi viejo espanto ante la libertad
y de mi apelación a los finales ficticios.

Ser visceral, ser mi resorte
Ser visceral, sé mi resorte
Ser visceral, sé mi resorte
Ser visceral, ser mi resorte

Me olvidé del placer de sentirse incomprendido
y me empezó a incomodar mi tenue comunicación.
Tenia que escucharme
pero nadie hablaba.
No había oídos, no había voz.

Y me olvidé de la diversidad
de mi viejo espanto ante la libertad
y de mi apelación a los finales ficticios.

Ser visceral, ser mi resorte
Ser visceral, sé mi resorte
Ser visceral, sé mi resorte
Ser visceral, ser mi resorte

Y hoy debo continuar
en el seno de lo inconmensurable
en aquel paisaje romántico
que desde niño me conmovió.
Saboreando cada incertidumbre,
levantar con mis manos
el mundo que no se derrumbó
el mundo que no se derrumbó.

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